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mujeres al limite

Qué comer cuando no tienes tiempo para cocinar

Tiempo y alimentación son dos factores que con frecuencia no se llevan del todo bien. Aunque en un mundo ideal seríamos súper mujeres eficientes, con una presencia impecable y una salud de hierro, el exceso de deberes y compromisos echan por la borda todos los esfuerzos, haciéndonos recurrir a envasados de dudosa calidad, comidas muy azucaradas o incluso en el peor de los casos saltarnos comidas.

Ser una mujer 2.0 y no morir en el intento

Como darse por vencida no es nunca una opción, la realidad es que más allá de la frustración y la mente nublada hay un arcoíris de posibilidades capaz de conducirnos hacia hábitos de vida más saludables, que poco a poco construirán el prototipo de persona que aspiramos a ser.

Al fin y al cabo, dicen que somos lo que comemos y de ser así más nos vale ponernos las pilas y proponernos una alimentación adecuada. A continuación, os dejamos algunos mantras para daros ideas.

Desayunos saludables exprés

Suena bien eso de disfrutar de unas tostadas y un café, o tal vez un tazón de avena, pero a efectos prácticos hay muchos días en los que no hay tiempo para esa clase de lujos. Por ese motivo, ¿por qué no consumir una pieza de fruta? O de tener 5 minutos, ¿por qué no preparar un delicioso licuado? Las propiedades de la fruta favorecen la hidratación, conllevan un gran aporte energético para comenzar gracias a sus azúcares naturales y mejoran el sistema inmunitario al tratarse de una fuente de vitaminas y antioxidantes.

Almuerzos con cabeza

Como ya explicamos en otras ocasiones, llevar la comida preparada al trabajo previene de caer en la tentación de comidas grasosas carentes de nutrientes; no obstante, si la noche anterior no dio tiempo de cocinar, otra opción muy útil es comer la comida disponible en el trabajo, pero seleccionando las opciones más sencillas, ya que la regla de oro es que cuantos más ingredientes lleve un plato, más posibilidades hay de perder el control de lo que se está comiendo. Intenta escoger una proteína, como pollo asado o pescado a la plancha y una guarnición de verduras salteadas o hervidas o sopa, que también es muy saciante.

¿Qué hay de las colaciones?

Comer algo entre las comidas principales no es picotear lejos de lo que muchos piensan, de hecho, ayuda a regular el apetito y a disminuir el gusanillo. En este sentido, incluir nuevamente fruta, yogur o frutos secos, favorecerá el aporte de energía necesario para dar el último empujón de la jornada.

Una cena perfecta para culminar el día

Tras un duro día de trabajo, pocos son los que tienen ganas de cocinar, por lo que no es una locura pedir algo rico para cenar a domicilio. Lo maravilloso al respecto es que a diferencia de las antiguas creencias arraigadas de que la comida delivery es toda poco saludable, hoy en día ya es posible acceder a una amplia variedad de restaurantes con opciones sumamente amigables con la dieta.

Sándwiches, ensaladas, menestras, wraps, wok… hay infinidad de platos disponibles, de modo que todo el mundo puede pedir deliciosos menús en base a sus necesidades, como es el caso de las embarazadas, sin que estos caigan en la trampa de la alimentación no saludable.